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Los alojamientos rurales del Noroeste de la Región han perdido todas las reservas previstas para el puente por las festividades del Día de la Constitución y la Inmaculada Concepción.
Las restricciones de movilidad y los confinamientos perimetrales han hecho que la clientela, que en su mayor parte viene de ciudades como Murcia y Cartagena y provincias limítrofes como Alicante, cancele sus vacaciones en el interior.
Los empresarios del sector siguen asumiendo pérdidas de decenas de miles de euros y hacen frente a sus gastos sin ningún tipo de ayudas. Lo peor es que el horizonte, que se vislumbra con muchísima incertidumbre, dependerá de la evolución de la pandemia.
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