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Nuevo batacazo al turismo de interior. La proposición de la Comisión de Salud Pública del cierre perimetral autonómico de cara a la Semana Santa deja prácticamente sin posibilidades de reservas a los alojamientos rurales de la Comarca del Noroeste, que viven de clientela de provincias limítrofes. Todo apunta a que tendrán que conformarse con los huéspedes que vengan de la Región.
Justo va a cumplirse un año desde que iniciáramos el confinamiento y en esos 12 meses los alojamientos del interior apenas han podido abrir. Consiguieron sobrevivir al verano pero en la época fuerte de facturación, la que comprende el otoño, los puentes de los Santos y la Constitución y la Navidad casi no han podido recibir clientes.
Además de los confinamientos por municipios, los propietarios de alojamientos rurales se han enfrentado a las restricciones que limitan las reuniones sociales, cuando sus casas rurales están pensadas y preparadas para recibir a muchas personas.
Esta decisión, por lo tanto, supone otro golpe ya que la imposibilidad de desplazarse entre comunidades merma por completo las posibilidades que tenían para salvar la Semana Santa.
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