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Con la bajada de temperaturas, aumenta el consumo de calefacción. En muchos casos, mantener la casa caliente se convierte en un lujo difícil de afrontar para algunas familias, pero unos sencillos trucos son suficientes para hacer un uso eficiente de la energía.
Estos consejos comienzan por extraer el aire de los radiadores. Es una función que hay que hacer al menos una vez al año, ya que las burbujas de aire que se van acumulando en el interior impiden el paso del calor.
También hay que tratar, según los expertos, de mantener tanto en hogares como en lugares de trabajo una ‘temperatura confort’ alrededor de los 21 grados porque las subidas fuertes de calor pueden acarrearnos un gasto extra.
La instalación de un termostato también sería algo casi imprescindible ya que está demostrado que este aparato puede suponer un ahorro de hasta un 13% y es básico también para esa reducción en el consumo mantener al día las revisiones de la caldera. Si está muy deteriorada incluso es aconsejable plantearse la renovación: las nuevas consumen menos y calientan más.
Todo eso sumado a un aislamiento adecuado hará que no suframos esa temida subida en las facturas en estos meses de frío.
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