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Caravaca de la Cruz continúa con el orden de cultos a la patrona de la localidad. En medio de la pandemia, los de hoy cobran especial emotividad.
Marcada por las restricciones vigentes a causa de la situación que estamos atravesando, la ‘Cruz de Impedidos’ no ha podido visitar, como en otros años, las casas de enfermos y ancianos, aunque en el recorrido que hacía a lo largo esta mañana se les tenía muy presentes.
Al ser este un rito que nace precisamente cuando Caravaca atravesaba, allá por 1740, la epidemia de las fiebres tercianas que produjo gran mortandad, este año cobra una relevancia importantísima y ha sido especialmente emocionante sobre todo en los lugares en donde se han vivido duros momentos a causa de la pandemia.
En la Residencia de Ancianos la esperaban con muchísima emoción y en el Hospital Comarcal del Noroeste ha sido recibida entre aplausos y lágrimas que han dado muestra de la fe que los caravaqueños depositan, año tras año, en la patrona de la localidad.
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