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Aunque en pasadas campañas en la zona de Caravaca y alrededores se ha recolectado albaricoque hasta casi mediados de julio, este año las heladas de primeros de marzo y el granizo del mes de mayo han mermado la producción, sobre todo en las pedanías, y la campaña, que arrancó el 8 de mayo, está a punto de finalizar.
Variedades como mirlo naranja, flopía, mogador o colorado, ya han sido recogidas y se exportan a las mesas de muchos países europeos, y el búlida, variedad por excelencia en el Noroeste que se utiliza para industria, se encuentra en plena campaña de recolección.
Este año hay menos kilos y los precios son mejores que los del pasado 2018 pero aún así, muchos agricultores están optando por arrancar los albaricoqueros debido a la falta de rentabilidad.
El actual consejero de Agricultura, Agua, Ganadería y Pesca en funciones, Miguel Ángel del Amor, ha cifrado las pérdidas causadas por las inclemencias meteorológicas en más de 12 millones de euros que afectan a los cultivos de fruta de hueso, entre los que se encuentran plantaciones del Noroeste de la Región de Murcia.
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