• 26
  Jun

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• Etiquetas: coronavirus, crisis, tauromaquia
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La crisis por la COVID-19 sigue arrasando con algunos sectores de la economía de nuestro país. Es el caso de la tauromaquia. Con la cultura paralizada casi al completo, las esperanzas de retomar la temporada comienzan a disiparse en el mundo del toreo que ya venía de una época en pleno declive.

Y es que la actividad taurina en las plazas ha descendido en la última década un 58% según datos del Ministerio de Cultura. Ahora el coronavirus asesta una estocada casi mortal a un sector al que le va a resultar muy difícil recuperarse.

Las pérdidas ya se estiman alrededor de los 700 millones de euros y la cifra podría ir incluso a más si esta situación se sigue prolongando en el tiempo.

Una estocada difícil de sortear también para los ganaderos a los que la crianza de un toro de lidia les cuesta una media de 5,000 euros, unos precios que solo pueden sostenerse con la taquilla de los festejos taurinos y que quedan muy lejos de esos 700 u 800 euros que reciben del animal cuando se destina al matadero.

Los grandes festejos del año ya han sido suspendidos y desde el sector piden al Estado un rescate, un paquete de medidas económicas que les permita amortiguar los daños causados por la pandemia.