• 19
  Jun

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• Etiquetas: gasolina, precio, transportes
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El precio de la gasolina se dispara, llegando a niveles que no se registraban desde 2014. Una escalada descomunal que pone en peligro la viabilidad de muchas empresas para las que el combustible representa un gasto importante.

Sucede a las puertas de la época en la que más desplazamientos se producen en nuestro país.

Llenar hoy un depósito medio de 55 litros cuesta más de 75 euros (hasta 8 euros más que en enero de este mismo año) y la subida ya se traduce en un 10% más que los niveles previos a la pandemia.

Un precio de récord que no sorprende a los consumidores (desde noviembre, los carburantes están subiendo de manera casi imparable), pero que aún así, aprieta aún más si cabe, la economía de millones de hogares en los que el uso del coche es diario justo, además, ante la inimiente llegada de un verano en el que de media se producen en las carreteras españolas 90 millones de desplazamientos.

Más difícil aún lo tienen los empresarios que se dedican al transporte. Tras varias semanas soportando estos incrementos, han llegado a una situación en la que consideran necesario subir precios a los clientes para evitar pérdidas que hagan inviable su actividad.