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Aumentó el uso de la bici desde que se inciara la desescalada y esa tendencia ha pillado desprevenidos a los profesionales del sector que no imaginaban la bonanza que se sobrevenía para tiendas y talleres de este medio de transporte sostenible en el Noroeste de la Región.
Sólo en el caso de las reparaciones han llegado a cuadruplicar el número de arreglos las últimas tres semanas. Con jornadas diarias de doce y catorce horas en el taller, la lista de espera es ya de cuatro o cinco días. A las reparaciones de clientes habituales que esperaban poner a punto su bici se han sumado dos tendencias, la primera: se han vuelto a activar viejas bicicletas que teniamos en desuso en casa, que necesitaban principalmente reparacion de pinchazos, sustitución de cadenas o ajuste de frenos. Y por otro lado, aseguran, están recicibiendo un aluvión de nuevos clientes que se están decantando sobre todo por bicicletas de montaña, gama media, para desplazarse por la población o prácticar deporte en entornos naturales próximos como la Vía Verde del Noroeste.
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